jueves, 8 de marzo de 2007

Caracteristicas



Dos aspectos básicos del manejo de la Katana:

Iai (sistema de desenfundado y corte instantáneo, anticipándose a la iniciativa del oponente).

Ken Jutsu (esgrima básica del sable; movimientos de ataque y bloqueo encaminados a contrarrestar la acción del adversario), se encuentra todo un respaldo esotérico, cuya riqueza sobrepasa con diferencia los aspectos meramente mecánicos antes indicados.

Es la doble faceta presente, como en tantas otras ocasiones, en diferentes aspectos en la vida japonesa:

Mientras el lado Omote hace referencia a todo lo "visible" en el arte del sable, sus técnicas y movimientos, el lado Ura hace mención a la espiritualidad que ilumina el camino (Do) del guerrero.
La asimilación del sable como ente completo (nuestro propio ser) permite identificar en él los dos aspectos básicos: material y espiritual, cuerpo y alma, funda y hoja. Del mismo modo, fue la tradición la que convirtió en forjadores de almas (que no de armas) a los que fueron artesanos del sable con demostradas cualidades morales.
Cuando practicamos los movimientos básicos con Katana debemos ser capaces de "ver a través de ellos". En el NUki Kuri Kata (forma de desenvainar) es necesario experimentar el sentimiento profundo que acompaña al continuo ir y venir de nuestro sable.
Por ello se dice que en el hecho de extraer la Katana de la vaina, hay algo más que un mero gesto defensivo... al descubrir la hoja destapamos también nuestra intimidad más profunda (kokoro). Es un acto de sinceridad completa, de búsqueda hacia el interior, de reconocimiento total del Ser que vive en nosotros mismos.
Al desenvainar su sable, el practicante coloca ante sí todos aquellos aspectos negativos que oscurecen su propio Yo, y en ese primer corte al vacío (Nuki Tsuke) trata de abatirlos, de purificarlos con la intención enfocada en un solo objetivo...Ha logrado así identificar a su verdadero Adversario y luchará contra él cada día, en cada movimiento, una y otra vez, hasta que ese combate interior, como de la alquimia de una forja, renazca el Ser Universal que coexiste en nosotros desde el principio de los tiempos.
Así poco a poco, vamos entrando en el sentimiento oculto de cada movimiento, logrando de esta manera un paralelismo ideal en el desarrollo de los dos aspectos básicos de nuestra naturaleza: el "Yo" (lectura japonesa de "Yang", principio activo del Taoísmo chino) más expresivo de nuestro cuerpo físico, unido al "In" (lectura japonesa de "Yin", principio pasivo del taoísmo) potenciador de nuestras cualidades espirituales.
En cada gesto, como en la propia vida, asumimos la grave responsabilidad en las consecuencias de nuestros actos.
En la realidad del Furi Kabute (combate final), por ejemplo, queda patente el dramatismo de una decisión que implica continuar hasta el movimiento final (Kiri Tsuke); elevamos el arma hacia el cielo, a la par que el espíritu, a través de nuestra mirada, sigue fijo en el suelo, en un intento de aunar las fuerzas celestes (Yo) con las fuerzas terrestres (In), pero conservando la entera capacidad decisoria del momento (Ten Chi Jin: "El hombre entre el cielo y la tierra").
Pero es quizá el espíritu de desapego (Mushotoku) lo que adquiere mayor presencia en todo momento. Es como si el propio sable intentara cortar todos esos hermosos lazos que nos unen a lo terrenal y que se convierten también en pesado lastre dentro de nuestro camino de ascensión hacia lo Eterno. Son tan fuertes que parece como si el movimiento enérgico de nuestros brazos y el filo de nuestro sable fueran incapaces de asestar ese "Kiri" definitivo... Es tan difícil encontrar la "vía del medio", que cada día iniciamos de nuevo el combate y soñamos salir vencedores de una batalla en la que al despertar nos veremos obligados, como tantas y tantas veces, a recoger los despojos de nuestra sinceridad.
Este es nuestro duelo cotidiano, en el que el feroz adversario se viste con nuestros propios ropajes, y se mira en el espejo de nuestro corazón. Así morimos y renacemos una y otra vez, tratando de ver en cada amanecer la Luz que no se apaga...

La Katana es tan importante como la persona que la porta, por eso requiere de un excelente cuidado....

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